CITAS Y AFORISMOS
"Es una experiencia verdaderamente fascinante, te olvidas de todo, de todas las preocupaciones, de todos los problemas, toda tu atención se centra en no caerte, es un deporte en el que interviene todo el cuerpo. Produce una enorme sensación de libertad sentirse tan cerca de las rocas, de la naturaleza, de las montañas, cuando alcanzas la cima sientes tal felicidad que quieres volver a experimentar esa sensación lo más a menudo posible".
Leni Riefenstahl

jueves, 5 de julio de 2012

- EUGEN GUIDO LAMMER EL FRIEDRICH NIETZSCHE DEL ALPINISMO

Eugen Guido Lammer: Nacido en Viena. Puede ser considerado como el primer escalador en solitario, y algunas de sus escaladas en hielo aún se consideran todavía hoy vias clásica de considerable dificultad. Escribió el libro de montaña único e inimitable "Fuente de la Juventud".
El alpinista austriaco, subió a la cara oeste del Cervino el 3 de agosto de 1887 en compaña del inseparable Augusto Lorria que, como él, era extremadamente defensor de la escalada sin un guía, sosteniendo que los peligros objetivos, como la caída de rocas, ¡era parte del juego!
Una teoría que casi pagaron con su vida y que sólo la suerte y el destino les permitió escapar.
En 1887 Eugen Guido Lammer y Augusto Lorria Penhall intentaron escalar la quebrada en el Matterhorn y sufrieron una caida de unos 400 metros sin sufrir lesiones muy graves.
Teórico y pragmático, del extremismo, Eugen Guido Lammer fue entre los montañeros seguidores de Friedrich Nietzsche y ferviente partidario del nacionalsocialismo.
Expuso sus ideas en Jungborn ("Fuente de la Juventud").

Aquel que esté cansado de vivir debería emprender una aventura seria en las montañas. Primero atravesar la suave y conciliadora soledad de los valles, para luego, ante la grandeza intemporal de este mundo, percatarse de lo pequeño que resulta su yo y de lo inapreciables que son sus preocupaciones y padecimientos. Entonces habrá de hollar la vía realmente peligrosa: sorprendido, experimentará por sí mismo cómo ante la violencia del viento tormentoso le asaltan de nuevo las ganas de vivir. Cómo lucha y se defiende, cómo moviliza continuamente nuevas tropas de refresco para sus fuerzas físicas y espirituales, sólo para no morir. El alpinista deportivo es el polo opuesto del suicida.

No conozco ninguna actividad humana que, en miles de enredos siempre nuevos, convoque la totalidad de las fuerzas corporales y muchas de las intelectuales y espirituales y requiera un esfuerzo mayor que el combate singular con la difícil alta montaña.
En ninguna otra ocasión se agita así el fondo de nuestros sentimientos, se forja y se endurece nuestra voluntad como en esta. No sólo supera a todos los demás deportes y juegos en los que, o bien no hay que emplearse a fondo, o bien el enemigo no es tan digno, en los que sólo son llamados a la guerra determinados grupos de músculos o determinadas fuerzas del espíritu, o sólo del cuerpo, o bien únicamente el espíritu, sino que la marcha en solitario por la montaña ofrece en estos tiempos, un valioso sustituto para el antiguo deporte de los torneos de caballeros o la caza sangrienta.
Eugen GUIDO LAMMER.

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